Comunidade Caná

Comunidad Católica de Alianza integrada por familias en el seno de la Renovación Carismática

   
           Comunidade Caná está formada por familias de distintos lugares de España. Hay -también- familias y personas que colaboran con la Comunidad en diversos servicios y misiones. 
             Fortalecer familias que vivan en el Espíritu y, al estilo de los primeros cristianos, anuncien el Señorío de Cristo y la alegría del Evangelio: este es el "carisma fundacional" de Comunidade Caná, el llamamiento -particular y específico- que hemos recibido como Comunidad Católica de Alianza integrada por familias en el seno de la Renovación Carismática, corriente de gracia suscitada por el Espíritu Santo tras el Vaticano II en las diferentes confesiones cristianas.


           Somos una comunidad de familias. El objetivo no es vivir bajo el mismo techo, sino crecer en familia: que cada familia se sienta fortalecida en su vida de fe, apoyada en las decisiones humanas que debe tomar e impulsada a caminar como familia cristiana en medio del mundo. Cada familia vive de su trabajo diario y está enraizada en un lugar determinado, integrándose en la vida parroquial y construyendo una vida humana y espiritual estable y equilibrada; tiene, por otro lado, plena autonomía para tomar las decisiones que exige su vida familiar, como comunidad que es -“Iglesia doméstica”- dentro de una comunidad mayor.

 
         Nuestro reto no consiste en resolver los incontables problemas que surgen en las familias, sino en reconocer el Don que Dios regala y hacerlo fructificar. Es un reto de dimensión divina pero que está a nuestro alcance, porque Dios mismo lo acompaña y lo hace madurar.
         La ideología de la postmodernidad niega la verdad en lo concreto de la vida de las personas: el cuerpo pierde su lenguaje y el tiempo queda fragmentado en instantes; el resultado son personas desintegradas, debilitadas y manipulables. 


        Comunidade Caná acoge la singularidad de cada una de sus familias, creando unas relaciones fraternas, aprendiendo unos de otros en la oración y el compartir humano, espiritual y material, en la línea de las primeras comunidades cristianas. Cada familia de la Comunidad camina como Iglesia doméstica. Nuestro modelo es la Familia de Nazaret. 

 
       Cada familia se compromete a rezar por las otras familias de la Comunidad y a mantener una comunicación cercana, a visitarnos unos a otros y compartir de cerca nuestras dificultades y alegrías, luces y sombras... Es motivo constante de nuestro compartir, en primer lugar, nuestra propia vida -para crecer espiritualmente y dar mayor gloria a Dios- y, en segundo lugar, nuestra acción pastoral y evangelizadora. 



 

  • Desde hace tres años, cristianos de distintas denominaciones, comunidades y movimientos nos reunimos para alabar, proclamar la Palabra e interceder por nuestra sociedad, juntos. Y aprovechamos para hacer fiesta, compartir, charlar y conocernos cada vez más. 
  • Ven a conocer a otros cristianos de diferentes Iglesias y realidades que aman a Cristo. Aprenderás a valorar la riqueza de la diversidad y celebrar lo que tenemos en común como un solo Pueblo de Dios... 
¡Forma parte de los SUEÑOS de Dios para Santiago de Compostela, como hermanos unidos en un mundo dividido!

 

     Os invitamos a este super plan de verano con el Señor, en familia y para todas las familias. Será un Encuentro completamente nuevo, guiado de principio a fin por el Espíritu Santo que nos lleva a un pueblo llamado Jesús, en Tortosa (Tarragona). Sabemos que nada es casualidad; por algo muy especial nos lleva a este hermoso lugar.

     Nuestro lema: “Jesús renueva la esperanza en tu familia”. Es lo que sucederá en estos días de Encuentro...

     Ven con aquellos que más quieres a llenarte sin medida de la alegría, paz y amor del Señor que se hará presente en cada momento. ¡Qué bueno pode  vivir esta experiencia con otras familias como la tuya!

    Tendremos momentos de alabanza, aqualabanza, Eucaristía, Adoración al Santísimo, intercesión, enseñanzas, dinámicas, juegos, paseos, playa, piscina y mucha diversión para todas las edades.

    Habrá muchas sorpresas... Una de ellas será el malabarista de prestigio mundial: Paul Ponce y su familia, entre otras.

     ¿Te lo vas a perder? Anímate, ven con tu familia y comparte esta invitación con aquellos hermanos que el Señor ponga en tu corazón.

¡Te esperamos!

Fraternidad de Familias Invencibles



Desarrolla un estilo de Vida Pascual saludable y luce el tipo este verano

Hemos resucitado con Cristo y, por ello, nuestro cuerpo y alma requieren seguir entrenando para preservar intacta esta nueva criatura que Él nos ha regalado. Toda nuestra familia, en mayor o menor medida, camina hacia Galilea, renovada en la esperanza de la Pascua. Sin embargo, la exigencia es grande y, a veces, nos sentimos lejos de una vida verdaderamente resucitada: llena de sanación de heridas interiores, liberación de esclavitudes y adicciones, y la experiencia de un amor maduro y estable. Todo esto es fruto de un proceso, de un caminar paciente y perseverante... Así que, por el camino, podemos ir haciendo “barras”. Vivamos ya el presente como resucitados, cuidando ese hombre nuevo que Cristo nos ofrece, a través de prácticas concretas y cotidianas. Aquí te propongo un decálogo familiar de buena alimentación (*) para fortalecer nuestra vida en Cristo:

  1. Menos móvil y más libro
    El uso excesivo del móvil genera una gratificación instantánea  pero es una dopamina que se disipa rápido, mientras que la lectura cultiva una satisfacción duradera y profunda. “No amen el mundo ni nada de lo que hay en él... porque nada de lo que hay en el mundo -los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida- proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15-16).

  2. Más escuchar y menos hablar
    “Queridos hermanos : Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse” (Santiago 1:19).
    En verdad os digo que el hombre dará cuenta en el día del juicio de cualquier palabra inconsiderada que haya dicho” (Mateo 12:36).

  3. Menos mirar y más ver con los ojos de Dios
    “Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos” (Salmo 19:8).
    “Pido también que os sean  iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado” (Efesios 1:18).

  4. Más heroicidad y menos "perezosidad”
    “No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11).
    “A fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas” (Hebreos 6:12).

  5. Menos grandes promesas y más cumplir pequeños compromisos
    “Cumple lo que prometas, porque es mejor que no prometas, y no que prometas y no cumplas” (Eclesiastés 5:5).
    “¡Sólo cumpliendo al Señor mis promesas en presencia de todo su pueblo!” (Salmo 116:14).

  6. Más agradecer y menos quejarse
    “Dad gracias en toda situación, porque esta es la voluntad de Dios para todos en Cristo Jesús” (1Tesalonicenses 5:18).

  7. Menos taciturnidad y más sonreír y ser amables con todos
    Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca (Filipenses 4:4-5).

  8. Más rezar, especialmente cuando menos nos apetezca
    “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).
    “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes” (Jeremías 33:3).

  9. Menos de Judas y más del Samaritano y el Cirineo
    “Pero un samaritano, que iba de camino, llegó cerca de él y, al verle, fue movido a misericordia” (Lucas 10:33).
    “Tomaron a un tal Simón de Cirene... y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús” (Lucas 23:26).

  10. La décima la pones tú...
    ¿Qué compromiso pascual añadirías para tu familia? Hazlo oración y acción.


Dinámica familiar

1. Vamos a poner un folio en blanco en la pared del comedor o cocina.

2. Vamos a escribir en rojo (+) y en azul (-) por cada penitencia que vamos “haciendo más o menos”. Es decir, que todos los signos nos irán motivando para seguir el plan de "lucir tipo de Resucitado este verano”.

                                                                                                       Fernando de Susana - Familia Caná

(*) Inspirado y tomado de un artículo del Padre Brown en Catholic Exchange (que a su vez recoge Monseñor Munilla en su programa Sexto Continente del 25 de mayo de 2025 - https://www.enticonfio.org/sexto-continente/), quien acuña el término de “penitencias pascuales”.

 

Queridas Familias, ¡os invitamos a un nuevo Encuentro de Primavera de Familias Invencibles! En este año 2025, será en Pontevedra, los días 9, 10 y 11 de mayo.

La Palabra que nos convoca es Lc 2, 19: "María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón"

María escuchó la Palabra de Dios y la puso en práctica, guardando la verdad de Cristo en su mente y en su corazón. También nosotros estamos llamados a abrir nuestro corazón a la Voluntad del Señor, dejando que transforme nuestras familias con su paz y misericordia.

Hace 99 años, María, Madre de Dios y Madre nuestra, se apreció en Pontevedra a Sor Lucía, la vidente de Fátima. Allí, en ese lugar, en la Casa del Inmaculado Corazón de María, en la Capilla de las Apariciones, estaremos toda la mañana del sábado, con Eucaristía, oración y testimonios. Desde allí, recorremos un pequeño tramo del Camino de Santiago hasta la cercana parroquia del Alba, donde pasaremos la tarde acogidos por el Hermano Carlos, eremita misionero.

Ya desde el viernes, tendremos muchas otras actividades interesantes... ¡Y algunas sorpresas!

Este Encuentro va a ser un espacio de acogida, sanación y fortaleza espiritual para nuestras familias. Un lugar donde compartiremos momentos de alabanza, adoración, enseñanzas y Eucaristía. No nos olvidamos de los más pequeños y jóvenes donde podrán encontrar actividades dirigidas a ellos y también hacer nuevos amigos. ¡Estamos preparando una fantástica Gimkana!

Os acogeremos en nuestras casas. Así habrá mas tiempo para compartir y el Encuentro resultará supereconómico.

¡No os perdáis esta oportunidad de crecer en el amor de Dios y fortalecer las murallas de vuestra casa ! ¡Os esperamos!


     Del 23 al 25 de mayo celebraremos en Las Rozas (Madrid) nuestro ENCUENTRO ANUAL de Comunidade Caná con "Familia Caná". Un ENCUENTRO entre personas que, llamadas a servir a la Iglesia desde distintas vocaciones, tenemos el mismo objetivo: FORTALECER FAMILIAS. Hermanos y hermanas cercanos a la Comunidad y que comparten con nosotros diversos servicios y misiones.


“Al rayar el alba, antes de salir el sol, María Magdalena fue al sepulcro. Y vio la piedra quitada” (Jn 20, 1-2)

María se encuentra aquella mañana ante un acontecimiento inesperado; algo que lo cambia todo. Ella siente que se han llevado a su Señor y empieza una carrera frenética para avisar a los amigos de Jesús. “Se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto” (Jn 20, 13). Lo ha perdido dos veces; en vida y ahora muerto.

Para encontrar verdaderamente a Dios… quizás haga falta perderlo. Dejemos que nos arrebaten a ese Dios triste y aburrido. Abrámonos hoy a la sorpresa del Resucitado. María no lo reconoció por la vista, sino por el oído; por su voz. Lo escucha y lo reconoce como el Pastor que pronuncia su nombre.


Permitidme una audacia del Espíritu… Preguntémosle a María Magdalena:

- María, ¿qué te hizo sentir Jesús?

- Él tocó mi vida como un rayo de luz que llegase al fondo más oscuro del pozo, a aquel punto que me producía horror y asco, incluso de mí.

- Jesús te admitió en su séquito, junto a otras mujeres (Jn 8, 1-3).

- Él tomo posesión del lugar antes ocupado por demonios. Todos los que lo seguíamos fuimos sanados.

- ¿Por qué te eligió el Señor para dar la noticia?

- Aquella mañana, al acercarme al sepulcro, aunque diera la apariencia de que me interesaba por un muerto, atendía a la llamada de la luz de la vida sin darme cuenta de ello… El amor era más fuerte que la resignación.

- Tú, María, en esa mañana, ¿qué sentiste?

- Lo único que sé es que Él, el gran jardinero, me ha llamado por mi nombre. Al instante reconocí su voz. Me dio un vuelco el corazón y tuve la certeza de que estaba vivo.

- Formula un deseo…

- Mi deseo es que todos aquellos que creen en Jesús sean ministros de la misericordia que, con el poder del Resucitado, puedan resucitar a personas como era yo. Para ello es necesario que hombres y mujeres vean en nuestros ojos mirada de enamorados, que a través de nuestros ojos y nuestro corazón puedan sospechar Su Presencia en medio de nuestro mundo. Él vive para sacarnos del barro y convertirnos en perlas de inmenso valor.

“María Magdalena fue a decir a los discípulos que había visto al Señor y a anunciarles lo que Él le había dicho” (Jn 20, 18).

Y tú, ¿a quién se lo vas a contar...?

Montse de Javier - Comunidade Caná

Desperta !
     É tempo de se deixar facer por Deus, de que o noso ser máis fondo sexa tocado polo Lume Santo. Liberados, restaurados, espelidos por Aquel que continúa a baixar aos infernos da humanidade na nosa procura, na procura dos seus amados e amadas. 
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     El vén por ti. Déixate derribar ! . . .
Cómpre que, no corazón da Igrexa de Compostela, avivemos a forza do Espírito.

   El faino todo novo. PASCUA: novas marabillas inesperadas, desconcertantes, desestabilizadoras… A impresionante marabilla de deixar a Deus ser Deus !
     Este é tempo de crise. Aleluia! Tempo de soños, de visións… e de cumprimento das Súas promesas. El sigue traballando ao seu xeito e precisa de nós.

Así que... veña,
botémoslle leña ao Lume do Espírito !!!
  
       El noviazgo es el tiempo en el cual los dos están llamados a realizar un trabajo compartido sobre el amor; un trabajo en profundidad. Se descubren poco a poco el uno al otro.  El hombre ‘aprende’ acerca de esta mujer, su novia; y la mujer ‘aprende’ acerca de este hombre, su novio.      
     Desde esta perspectiva -apuntada por el Papa Francisco- hemos preparado 15 temas para ayudaros a verificar vuestro amor. Nuestra propuesta es acompañaros en este camino que tiene meta. La clave ha de ser el diálogo que estos temas, como etapas de un camino, susciten entre vosotros, los novios.

El ITINERARIO se desarrolla en ENCUENTROS MENSUALES
Estamos a vuestra disposición...
986.313.795   canacomunidade@gmail.com    636.086.986 (WhatsApp)
   
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"Aprender a amar a alguien no es algo que se improvisa 
ni puede ser el objetivo de un breve curso 
previo a la celebración del matrimonio
(Amoris laetitia 208)


Rialdarca, itinerario para NOVIOS 

Un sendero de poco más de un kilómetro, para personas de cualquier edad




«Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga el amor infinito e inquebrantable [de Dios]. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría». (Papa Francisco)

El amor es la fuente de la alegría

No nos cansamos de repetirlo, si somos amados, podemos amar, y el amor es la fuente de la alegría en la persona.
No es el bienestar, ni el orden, ni el perfeccionismo. Tampoco es tener lo necesario y mantener una vida equilibrada y armoniosa. Amar y ser amado es lo que hace a una persona feliz, y siendo feliz, la alegría viene a quedarse en la vida de uno.
Esta es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos, enseñarles la fuente de la alegría. Porque vivir alegres es una opción que uno escoge, no porque sea saludable, que lo es; no porque sea recomendable que también, sino que es la opción natural al saberse amado.
Ante cualquier dificultad, optar por estar alegre te lanza hacia adelante, te abre el camino, te despeja el horizonte. Si somos padres alegres, nuestros hijos -ya sean niños, adolescentes, jóvenes o adultos-, serán alegres. Si como hijos vemos que nuestros padres han olvidado la alegría, debemos recordarles el amor que hemos recibido de ellos y así ellos retornarán a lo importante.

¡Vivid en la alegría!

Estar alegres no tiene nada que ver con ser optimistas empedernidos pase lo que pase, ni siquiera se trata de mantener una sana inteligencia emocional como se nos dice tanto ahora. En realidad uno es alegre porque tiene un motivo para serlo, y ese motivo tiene que ser muy importante para que la alegría sea luz e impulso.
En la familia nos encontramos a cada paso con dificultades, algunos dirían que son algo más que dificultades, a veces son situaciones de sufrimiento y dolor, la enfermedad que aparece y se instala, la precariedad económica y laboral, las crisis en la convivencia que minan toda ilusión, frustraciones, desengaños, infidelidad… Y sin embargo la invitación es rotunda: ¡Vivid en la alegría!, una alegría que despeja cualquier dificultad, porque nace de la fuente verdadera. Pablo VI escribió: «nadie queda excluido de la alegría que reporta el Señor», y es esa la alegría verdadera que te impulsa a ser madre, padre, hijo, sin frustraciones ni resentimientos.

¡Probadlo!

Si en estos momentos tú, tu familia, necesita de la alegría, id a la fuente. «Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser verdadero. Allí está el manantial» (Evangelii gaudium, Papa Francisco).

Esta entrada que ahora estás leyendo en este blog, forma parte de lo que hemos llamado: Armas para la batalla de la vida familiar: la bondad, el perdón, la alegría, la palabra, la escucha. Queremos compartir con vosotros nuestro testimonio como familia y animaros a utilizar estas armas, porque serán buenas herramientas para vuestra vida familiar por encima de la mediocridad o de una vida aceptablemente buena. Así que os animamos. ahora que habéis llegado en vuestra lectura hasta este punto, a que en una velada familiar hagáis juntos una lista de todo lo que quedaría fuera de vuestro hogar si dais más espacio a la alegría, y algo también importante, ¿cuál es en vuestra familia la fuente de la alegría? Eligiendo bien la fuente vuestra alegría será auténtica o solo una copia poco perdurable. ¡Sed familias engendradoras de alegría!
¡Ánimo y a las armas!



   El mundo, e incluso la Iglesia, están llenos de gente que piensa que Jesús ha venido a ser un modelo o, como máximo, a darnos fuerzas para comportarnos bien y, mediante esas buenas obras, ganarnos el cielo. Este cristianismo es demasiado infantil y nunca nos llevará a experimentar en serio el poder de la resurrección de Jesucristo. Nunca provocará en nosotros la oración de alabanza y sí una continua lluvia de peticiones a Dios. Pero lo más grave es que, aunque perdone nuestros pecados, no experimentamos la sanación y liberación de resentimientos, odios y tendencias. Sigues odiando al que te hace daño y no amarás a nadie cuando este amor te duelo. La causa de esto es que el Espíritu está bloqueado, tiene que utilizar la razón, la voluntad humana y sus esfuerzos. Tiene que rebajarse a nuestros métodos y soportar la injerencia omnímoda de nuestro yo en la relación con Dios.

    Por eso, la mayoría de la gente ha confinado los efectos de su cristianismo en el más allá. Su religión le sirve para salvarse en el otro mundo y darle un poco de orientación en éste. Jamás, empero, ha tenido una experiencia tangible aquí, su vida no ha cambiado, no hay ningún pentecostés, ni un antes y un después. Se debate en medio de esfuerzos cansinos, se le hace pesadísima la práctica de la piedad y todo se le convierte en una carga insoportable. Por otra parte, su carne está vivísima y, como no encuentra la salvación en Dios, la busca donde puede, llenándose su vida de culpabilidad, dobleces, temores, dudas, escrúpulos y aprensiones religiosas. De esto se deriva una pérdida del sentido de la vida, la fe se agosta mortecina y todo se sustituye por otros valores de los que se espera más vida y en definitiva, más salvación.

   Cuando predomina esta forma de vivir el cristianismo se busca en las obras la justificación y la sensación de vida. Pululan por doquier reuniones, congresos, documentos, planes y pastorales. En otra línea surgen también las estrictas observancias, compromisos, lucha por la justicia, inserciones en los lugares más conflictivos y necesitados. Si no existieran los pobres habría que inventarlos. Estas cosas son simples obras. Las obras sirven para testimoniar la gracia cuando provienen de ella; pero no para engendrarla. A veces, las obras dejan de estar conectadas con la gracia y se transforman en un fariseísmo más. En este caso, se dan por supuestas muchas cosas.... Se da por supuesto que se vive del Kerigma cuando, en realidad, es la simple cultura cristiana la que mantiene este engaño sin que bajo esos elementos culturales haya un mínimo de experiencia de Dios.

(Chus Villarroel - "Crecimiento en el Espíritu")